Recientemente leíamos un artículo en el que se indica que Madrid es la ciudad europea con mayor nivel de contaminación por NO2 y mortalidad asociada. Se trata de un proyecto liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en más de 1.000 ciudades europeas publicado en The Lancet.
El dióxido de nitrógeno NO2 es un compuesto químico gaseoso de color marrón amarillento y su exposición prolongada puede provocar problemas respiratorios ya que es un gas tóxico e irritante. Se sabe que las personas con problemas previos de asma o alergias son más susceptibles a sufrir problemas con exposiciones a menor concentración de NO2 que personas sanas. También los niños y las mujeres embarazadas son más vulnerables a concentraciones bajas de NO2. De forma indirecta, y puesto que es uno de los causantes del material particulado fino MP2,5 , se puede relacionar con múltiples enfermedades como al autismo, fallos del sistema cardiovascular, Ictus, enfermedades renales y con el cáncer.
Aunque también se genera espontáneamente en la naturaleza en incendios forestales o erupciones volcánicas, la mayor parte tiene su origen en la oxidación del NO que se produce en la combustión de los motores de los vehículos, fundamentalmente los diesel, por lo que, de entrada, asociamos su presencia al exterior de los edificios.
En ITG realizamos mediciones de calidad ambiental en el interior de los edificios y en ocasiones detectamos concentraciones inadecuadas de NO2 en el interior de los edificios también. Las causas son múltiples, pero una de ellas radica en aquellos edificios con parking no correctamente ventilado y con un volumen elevado de usuarios. En estos casos el ascensor puede funcionar como «medio de transporte» para introducir el contaminante en el resto del edificio.
Otra causa puede ser una ventilación inadecuada o no controlada, por ejemplo si la puerta principal del edificio permanece abierta con frecuencia y el edificio se encuentra en una calle con elevado tránsito de vehículos. Lo mismo ocurre con las ventanas de las plantas más bajas.
Las causas pueden ser múltiples, por ellos es importante medir o monitorizar la calidad del aire en el interior de los edificios no sólo pensando en aquellos contaminantes que se generan en el interior de los edificios (como los compuestos orgánicos volátiles o el CO2) sino también aquellos que provienen del exterior. Hay diferentes metodologías de medición, algunas puntuales más precisas y otras en continuo mediante monitorización.
Desde ITG trabajamos para poder ofrecerte el mejor servicio posible, si quieres saber más sobre calidad del aire interior contacta con nosotros.